Los espejos a veces iluminan una tragicomedia digna de Shakespeare. Por un lado, los directivos, con trajes que brillan más que sus decisiones, actúan como si el escenario fuera solo para ellos. Por otro, los empleados, disfrazados de “recurso humano”, miran desde las sombras preguntándose: ¿Jugamos en el mismo equipo o son ellos los árbitros?.
Y es que algunos líderes confunden el podio con el trono. Olvidan que el éxito no es un solo de guitarra, sino una sinfonía. Pero cuando el ego dirige, la partitura suena a “todos contra todos”.
Indicadores de desalineación: Cuando el líder es el villano de la película
Opacidad en la toma de decisiones:
¿Recuerdan a Volkswagen y su "Dieselgate"? Los directivos decidieron que "emitir menos gases" significaba "instalar software trampa". Resultado: $30 mil millones en multas y una lección de cómo no liderar (BBC).
Frase típica del líder opaco: “Los detalles son aburridos… y secretos”.Individualismo exacerbado:
Imaginemos a un CEO que se atribuye el éxito de las ventas… ignorando al equipo que trabajó 80 horas semanales. Caso real: Boeing y el 737 MAX. Priorizaron ganancias sobre seguridad, y dos aviones se estrellaron. ¿El culpable? “Errores técnicos”, según ellos. El mundo lo llamó negligencia.Resistencia a la innovación:
Kodak inventó la cámara digital en 1975… y la archivó para vender más rollos. ¿Resultado? Quebró en 2012, mientras Instagram se comía el mercado. Moraleja: Si tu estrategia es un museo, mejor dedícate a vender entradas.
Estrategias para dejar de jugar al escondite (con el presupuesto)
Transparencia: Menos humo, más cristal
Ejemplo: Microsoft bajo Satya Nadella. Abrió las puertas de la comunicación, dejó de competir contra sus empleados y se enfocó en “aprenderlo todo”. Hoy vale $3 billones.
Táctica útil: Si ocultas información, al menos hazlo con estilo. Sugerimos un sombrero de mago y una varita.
Liderazgo empático: O cómo no ser un jefe, sino un humano
Patético: Un gerente que dice “el burnout es falta de pasión”.
Épico: Un líder que pregunta “¿Cómo estás?” y escucha la respuesta.
Herramienta: Usar menos PowerPoint y más conversaciones. Sí, esas que no incluyen “haz tu magia”.
Feedback continuo: Porque los elogios no son moneda ilegal
Sistema de retroalimentación 360°: Donde los jefes reciben críticas… y no se desmayan. Ejemplo: Google usa “Project Oxygen” para evaluar líderes con datos, no egos.
Frase prohibida: “Tu opinión es importante” (mientras se revisa el reloj y bosteza).
Conclusión: Si tu liderazgo fuera un espejo, ¿reflejaría un equipo o un selfie?
El juego de los espejos termina cuando los líderes dejan de admirar su reflejo y empiezan a ver al equipo. Porque, al final, una empresa no es un drama de HBO. No hay Emmy por “Mejor Villano Corporativo”.
Checklist para líderes que no quieren ser rivales:
¿Tu reunión más reciente incluyó la palabra “gracias”?
¿Sabes los nombres de tus empleados… o solo sus errores?
¿Tu estrategia tiene menos capas de secreto que una cebolla?
Y recuerda: Un líder que juega contra su equipo siempre pierde. Aunque lleve corbata de Armani. 👔💥